Medir la recuperación con el Estado Verde de las Especies de la UICN
¿Cómo se define la recuperación en el Estado Verde de las Especies?
La evaluación del Estado Verde de las Especies mide el estado de las especies con respecto a una línea de base "totalmente recuperado", que es única para cada especie y se basa en tres características clave (Akçakaya et al. 2018):
- Una especie está totalmente recuperada si está presente en todas las partes de su área de distribución, incluso en aquellas que ya no están ocupadas, pero que lo estaban antes de los impactos/perturbaciones humanos; Y
- Es viable (es decir, no está amenazada de extinción) en todas las partes de su área de distribución; Y
- Desempeña sus funciones ecológicas en todas las partes del área de distribución.
Área de distribución
Si el objetivo de la recuperación es devolver las especies a las zonas y ecosistemas de los que han sido extirpadas, el concepto de área de distribución es fundamental. A efectos del Estado Verde de las Especies, se considera que el área de distribución autóctona es la distribución de una especie antes de que se produjera una perturbación humana significativa (más cualquier población silvestre adicional que se haya establecido desde entonces). Por tanto, la fecha que se usa para inferir el área de distribución autóctona puede variar de una especie a otra; sin embargo, algunas fechas de referencia útiles son 1500 (pre-expansión europea) y 1750 (pre-industrialización). En el caso de algunas especies, como las especies endémicas insulares, el área de distribución histórica es fácil de delimitar. En el caso de especies de distribución más amplia, definir el área de distribución histórica puede resultar más complicado.
La definición de recuperación según el Estado Verde de las Especies también incluye el «área de distribución adicional prevista». Esto tiene en cuenta las zonas que probablemente ocuparán las especies en un plazo de 100 años, ya sea por cambios naturales debidos al cambio climático o por translocaciones para la conservación de la especie.
Figura 1. Área de distribución autóctona y actual de la paloma de Mauricio (Nesoenas mayeri), endémica del país. © Durrell Wildlife Conservation Trust.
Partes de la distribución: Unidades espaciales
Una vez definida el área de distribución pertinente, una evaluación del Estado Verde subdivide el área de distribución autóctona y el área de distribución adicional prevista en unidades espaciales. Estas unidades espaciales ayudan a tener en cuenta la variación en el estado de las especies a lo largo del área de distribución y pueden basarse en la biología de las especies (por ejemplo, subespecies o subpoblaciones), en la ecología (por ejemplo, tipo de hábitat, cuencas hidrográficas, barreras de dispersión) o incluso en fronteras antropogénicas (por ejemplo, países).
Estado de la especie: Viabilidad
Una especie se considera viable en una unidad espacial si la aplicación de las Directrices Regionales de la Lista Roja a la población en la unidad espacial daría como resultado una categorización de «Preocupación Menor» O «Casi Amenazada y No Decreciente».
Estado de la especie: Funcionalidad
El objetivo final de la recuperación de especies es mantener o restaurar poblaciones funcionales. Las funciones que las distintas especies desempeñan en el ecosistema son muchas y variadas, por lo que la función de cada especie debe evaluarse caso por caso. Véase Akçakaya et al. (2020) para conocer los métodos propuestos para evaluar la funcionalidad de las especies.
Un ejemplo bastante claro es la función de la hierba Aristida stricta, que actúa como yesca y permite la propagación de los incendios de sabana que se producen de forma natural y son ecológicamente necesarios (Figura 2). Para que una población de Aristida stricta sea funcional, tendría que estar presente en una densidad lo suficientemente alta como para permitir que el fuego se propague de una planta a otra.
Figura 2. Sabana de pinos en el sur de Estados Unidos, donde el sotobosque abierto se mantiene gracias a los frecuentes incendios, en los que la propagación de Aristida stricta (la hierba de color amarillo) desempeña un papel fundamental. La foto de la derecha muestra la regeneración de Aristida stricta, con marcas de carbonización evidentes en los pinos (fotografía © Daniel Goodding).
Puntuaciones Verdes
Cálculo: ¿cuán cerca de la recuperación está una especie?
La definición de recuperación se traduce en una Puntuación Verde (G), un valor numérico de 0-100%, mediante esta ecuación:
Donde s = una unidad espacial, WS = peso del estado en la unidad espacial, WF = peso del estado funcional (9), y N = número de unidades espaciales autóctonas. Además de viable (peso 6) o funcional (9), una unidad espacial también puede evaluarse como presente (3) o ausente (0).
Una especie Extinta en Estado Silvestre (ausente en todas las unidades espaciales) tendría una Puntuación Verde del 0%, y una especie no amenazada de extinción y plenamente funcional en todas las unidades espaciales tendría una Puntuación Verde del 100%.
Estado Actual: La Puntuación de Recuperación de la Especie
La Puntuación Verde calculada en el momento de la evaluación es la Puntuación de Recuperación de la Especie. Esta puntuación podría seguirse a lo largo del tiempo a medida que se reevalúan las especies para crear un índice de recuperación.
Sin embargo, las Puntuaciones Verdes también pueden calcularse en otros escenarios además de en el momento de la evaluación - véase la página sobre el Estado Verde de las Especies de la UICN.
Para más información sobre cómo realizar una evaluación del Estado Verde, incluidos documentos de orientación y materiales de evaluación, pulse aquí.